Quién quiera saber cómo funciona el periodismo del llamado mundo libre y el poder que vea esta película. Todos los Hombres del Presidente y cosas por el estilo ya son historia. Ahora ocurre lo que cuentan La Verdad o Matar al Mensajero. La Verdad mejor película como tal, con una magnífica Cate Blanchett y un Redford un tanto acartonado. Por lo que cuenta me quedo con Matar al Mensajero. La Verdad indaga en una historia sobre Bush hijo y cómo se libro de Vietnam. Tras reportajear la historia, la poderosa CBS se doblega al poder de un grupo de blogueros, quizás también al de la Casa Blanca, esto no queda claro hasta que leemos el libro de Mary Mapes en el cual está basado la historia. Son hechos reales. Como lo son lo que cuenta Matar al Mensajero (también basado en el libro Dark Alliance de Gary Webb) sobre un humilde periodista que descubre el escándalo de cómo EEUU subvencionaba a los ultras de la Contra con dinero procedente de la venta de droga en los barrios humildes negros de Los Ángeles. En la historia real también está implicado Irán, pero les dejo que indaguen en el caso Irán-Contra después de ver la película. En Matar al Mensajero se hace más hincapié en lo que supuso para la juventud negra la entrada de la droga en sus barrios. Si ven Matar al Mensajero tienen que quedarse hasta el último rótulo porque las cosas que pasan duele. Destacar en ambos casos el nefasto papel de otros grandes de la comunicación que se alían con el poder no sé si por consignas o por matar al oponente. Hay que ver ambas películas y luego hablamos de prensa libre.