Nueva adaptación de una novela del conocido James Lee Burke, escritor sureño que dió vida al detective Dave Robicheaux, el detective de homicidios que reside en un pueblo de la vieja Louisiana, estado húmedo y caluroso donde la explotación de la esclavitud era su medio fundamental de vida y donde la derrota parece que sigue doliendo, al menos en las novelas de Burke.
En esta ocasión, nuestro detective se enfrenta a un asesino en serie de jóvenes mujeres, asesinatos sádicos que se extienden en el tiempo y en el Estado, a lo que hay que sumar otro asesinato cometido cuarenta años antes de un hombre de raza negra encadenado.
Cine negro con todas las letras en una genuina muestra de ese género con ese savoir faire y esa impresión de que algo se queda siempre en el tintero, indefinido, insustancial, pero inconcluso, dirigida por Bertrand Tavernier, que realiza un buen trabajo manteniendo el suspense y concediendo sólo unos breves retazos para que el espectador pueda especular sobre la identidad del asesino.
Desconozco si existen más adaptaciones del mismo autor y del mismo personaje, que ya llevó a la pantalla el director Phil Joanou en 1.995 con "Prisioneros del cielo", y donde el personaje de Robicheaux protagonizado en aquélla ocasión por Alec Baldwin recogía a su hija salvadoreña de los restos de un avión. En esta ocasión, en mi opinión, y aunque las comparaciones son odiosas, Tommy Lee Jones le supera por dos cuerpos interpretativos, siendo recomendables ambos visionados.
Notable, 8.