Penny Dreadful es mucho más que una serie de televisión. Es un compendio de las obras de terror que se escribieron en la Inglaterra victoriana como "El retrato de Dorian Grey", "Drácula" o "Frankenstein", personajes todos presentes en esta serie así como la poesía de los autores románticos de principios del siglo XIX como Lord Byron, Shelley o Keats.
El extraordinario guión de John Logan, que bebe de las fuentes de Oscar Wilde, Bram Stoker o Mary Shelley, ambientadas en ese Londres de final de siglo, donde se respira el miedo por los asesinatos de Jack "el destripador", con su humedad, su oscuridad, sus nieblas que ocultan los terrores de sus callejones llenos de inmundicias y adoquines, sus lámparas de aceite de ballena dando paso a la incipiente electricidad, es el marco incomparable para observar cómo las fuerzas malignas atormentan a una bella Vanessa Ives, interpretada magistralmente por Eva Green en una de las mejores interpretaciones que yo he visto para televisión de ningún actor/actriz.
Tres temporadas para disfrutar de los diálogos impregnados del romanticismo de la época, de convivir con las criaturas resucitadas por Victor Frankenstein, de brujas y demonios salidos del averno, de criaturas que perturban nuestros sueños infantiles, de sangre y vísceras desparramadas, de dolor, de los horrores salidos de la mente humana, pero también del gótico, de la belleza chisporroteante de Dorian Gray, de la fastuosidad de las grandes mansiones, del olor a roble de los clubs privados londinenses, del aroma añejo del whisky escocés o irlandés, del amor y el apetito sexual desenfrenado, de las pasiones humanas, de los sentimientos filiales, de la amistad inquebrantable, en definitiva... de los sueños y las aventuras en que todos queríamos embarcarnos en nuestra adolescencia.
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Penny Dreadful es mucho más que una serie de televisión. Es un compendio de las obras de terror que se escribieron en la Inglaterra victoriana como "El retrato de Dorian Grey", "Drácula" o "Frankenstein", personajes todos presentes en esta serie así como la poesía de los autores románticos de principios del siglo XIX como Lord Byron, Shelley o Keats.
El extraordinario guión de John Logan, que bebe de las fuentes de Oscar Wilde, Bram Stoker o Mary Shelley, ambientadas en ese Londres de final de siglo, donde se respira el miedo por los asesinatos de Jack "el destripador", con su humedad, su oscuridad, sus nieblas que ocultan los terrores de sus callejones llenos de inmundicias y adoquines, sus lámparas de aceite de ballena dando paso a la incipiente electricidad, es el marco incomparable para observar cómo las fuerzas malignas atormentan a una bella Vanessa Ives, interpretada magistralmente por Eva Green en una de las mejores interpretaciones que yo he visto para televisión de ningún actor/actriz.
Tres temporadas para disfrutar de los diálogos impregnados del romanticismo de la época, de convivir con las criaturas resucitadas por Victor Frankenstein, de brujas y demonios salidos del averno, de criaturas que perturban nuestros sueños infantiles, de sangre y vísceras desparramadas, de dolor, de los horrores salidos de la mente humana, pero también del gótico, de la belleza chisporroteante de Dorian Gray, de la fastuosidad de las grandes mansiones, del olor a roble de los clubs privados londinenses, del aroma añejo del whisky escocés o irlandés, del amor y el apetito sexual desenfrenado, de las pasiones humanas, de los sentimientos filiales, de la amistad inquebrantable, en definitiva... de los sueños y las aventuras en que todos queríamos embarcarnos en nuestra adolescencia.
Sobresaliente, 9.