HBO es famosa por sus producciones de calidad, y ésta, sin ninguna duda, es una de las que engrosará esa fama pues su calidad es inmensa, y sus interpretaciones memorables.
Todo se centra en la investigación de un asesinato donde en el presunto culpable se encadenan una serie de acontecimientos. Es tan increíble la concatenación de sucesos que puede ser real y te puede pasar a tí. Desde que te invitan a una fiesta con chicas de escándalo, que tu amigo te deja tirado y sin coche, que tu padre tiene un taxi y está en casa durmiendo para que le cojas las llaves, que se te suba un pibón que te invite a su casa y te ofrezca drogas y alcohol y acabes echando un polvo, o más bien lo recibas.
Y ahora llega la triste realidad, cuando te despiertas medio aturdido por las drogas y el alcohol y el recuerdo difuso del coito, la descubres muerta a tu partenaire, acuchillada veintidós veces, y no recuerdas nada, con lo que cojes el cuchillo y huyes con el taxi de tu padre, y te para la policía para hacerte la prueba de alcoholemia.
Tan real como la vida misma.
Interesante, muy interesante, y más con un abogado triste y enfermo con una afección cutánea desesperante buscando clientes en una comisaría de policía a las seis de la mañana y que cobra 250 dólares en efectivo y es un consumado especialista en llegar acuerdos con la fiscalía para no llegar a juicio, que se anuncia en el metro, y del que huye la gente como si de un leproso se tratara.
Crítica al sistema judicial americano, que pone a un presunto inocente/culpable sin antecedentes, a esperar juicio en una prisión de máxima seguridad como Rikers, rodeado de presos cumpliendo condena por todo tipo de delitos, incluidos los asesinatos, y dónde el pobre acusado no sólo debe preocuparse de su defensa, sino sobre todo de sobrevivir, y cómo va evolucionando día a día para conseguirlo.
La ley del más fuerte, la convicción de que el que más tiene puede acceder a la mejor defensa posible, y el que no, conformarse con un abogado de oficio o con John Stone, el abogado descrito anteriormente, que inicia una investigación paralela a la policial buscando la verdad con sus escasos medios.
Y el gato, el proceso a un gato que se queda abandonado a su suerte tras el asesinato de su dueña.
Una pequeña obra de arte, una joya que recomiendo encarecidamente.
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HBO es famosa por sus producciones de calidad, y ésta, sin ninguna duda, es una de las que engrosará esa fama pues su calidad es inmensa, y sus interpretaciones memorables.
Todo se centra en la investigación de un asesinato donde en el presunto culpable se encadenan una serie de acontecimientos. Es tan increíble la concatenación de sucesos que puede ser real y te puede pasar a tí. Desde que te invitan a una fiesta con chicas de escándalo, que tu amigo te deja tirado y sin coche, que tu padre tiene un taxi y está en casa durmiendo para que le cojas las llaves, que se te suba un pibón que te invite a su casa y te ofrezca drogas y alcohol y acabes echando un polvo, o más bien lo recibas.
Y ahora llega la triste realidad, cuando te despiertas medio aturdido por las drogas y el alcohol y el recuerdo difuso del coito, la descubres muerta a tu partenaire, acuchillada veintidós veces, y no recuerdas nada, con lo que cojes el cuchillo y huyes con el taxi de tu padre, y te para la policía para hacerte la prueba de alcoholemia.
Tan real como la vida misma.
Interesante, muy interesante, y más con un abogado triste y enfermo con una afección cutánea desesperante buscando clientes en una comisaría de policía a las seis de la mañana y que cobra 250 dólares en efectivo y es un consumado especialista en llegar acuerdos con la fiscalía para no llegar a juicio, que se anuncia en el metro, y del que huye la gente como si de un leproso se tratara.
Crítica al sistema judicial americano, que pone a un presunto inocente/culpable sin antecedentes, a esperar juicio en una prisión de máxima seguridad como Rikers, rodeado de presos cumpliendo condena por todo tipo de delitos, incluidos los asesinatos, y dónde el pobre acusado no sólo debe preocuparse de su defensa, sino sobre todo de sobrevivir, y cómo va evolucionando día a día para conseguirlo.
La ley del más fuerte, la convicción de que el que más tiene puede acceder a la mejor defensa posible, y el que no, conformarse con un abogado de oficio o con John Stone, el abogado descrito anteriormente, que inicia una investigación paralela a la policial buscando la verdad con sus escasos medios.
Y el gato, el proceso a un gato que se queda abandonado a su suerte tras el asesinato de su dueña.
Una pequeña obra de arte, una joya que recomiendo encarecidamente.
Sobresaliente, 9.