¡¡¡Oh Jerusalén!!! fue el título de la última gran batalla por Jerusalén, inmortalizada por Dominique Lapierre y Larry Collins, donde los judíos del Estado de Israel se hicieron con ella tras la salida de los ingleses en plena lucha contra todos los estados árabes de su entorno, en clara inferioridad bélica y humana. La ciudad más amada por las tres grandes religiones, sede de los lugares más sagrados para las mismas y donde históricamente nunca ha existido la paz.
La película de Ridley Scott nace con una grave tara, la amputación traumática de prácticamente una hora que hicieron sus productores para exhibirla en las salas de cine. Craso error dejando una película infumable. Sin embargo, Scott en mi opinión, realizó una obra de arte, plena de sentimentalismo, acción y ambientación histórica, una joya en su versión extendida, que es la que debe visionar cualquier espectador. Mención especial para la extraordinaria banda sonora.
Gran película de Ridley Scott. Son 3 horas pero no sobra ni un minuto, no se hace larga. Grandes actores secundarios. Orlando Bloom no me convence demasiado como protagonista. No había mas actores para el papel?