Sigue sonando en mis oídos la BSO de esta película, verdadera obra de arte del thriller. Hay que tener en cuenta que está basada en hechos reales, por lo que Tony Scott sólo pudo adaptar unos hechos verídicos y novelarlos de la forma más atractiva posible para ofrecérnoslos en esta película.
La película, tiene dos partes muy diferenciadas. La primera parte, donde uno de los múltiple agentes operativos de una de las múltiples agencias más o menos secretas norteamericanas, que está asqueado y de vuelta del todo, dándose completamente ala bebida, acepta ser el guardaespaldas de una niña en uno de los países y ciudades más violentos del mundo, México DF, donde la corrupción campa por sus respetos. Tras una hora de cinta, donde una Dakota Fanning con unos diez años de edad, hace un papelazo con un desparpajo, una notoriedad y una sapiencia que muchas de cuarenta no han aprendido en treinta películas a sus caderas, ganándose la confianza y el cariño del viejo guerrero, que encuentra con la niña un nuevo hálito para seguir viviendo.
La segunda parte, tras el secuestro y muerte de la niña, se trata de la venganza del guerrero, de la furia y el dolor del que había vuelto a la vida gracias a esa niña. Va matando uno a uno a todos los implicados sin dejarse a ninguno, demostrando una vez más lo podrido de esta sociedad, la mexicana y también la nuestra amparada en el partido del gobierno con sus principales dirigentes procesados, a punto de serlo, o juzgados ya por la ciudadanía a la que han hundido en la miseria mientras ellos se apoderaban de lo que le recortaban a su propio pueblo, sin ningún pudor.
Apoteósico final que se merece la matricula de honor, tanto para Tony Scott, como para el gran Denzel Washington, ACTORAZO, como a la película, que reitero, está basada en hechos reales.
Es impresionante esta película, la trama, los personajes, la fotografía. Es una película con acción, pero sin llegar a esos absurdos al que llegan hoy día, te mantiene enganchado, y la trama es perfecta.