Miniserie de producción española sobre uno de los crímenes más conocidos realizados en suelo patrio y que aún están pendientes de resolución judicial.
Hace unos meses se iba a producir la prescripción del delito, y nuevamente Antonio Holgado, el padre coraje, consiguió que no se produjera al admitir el Tribunal Supremo una nueva prueba impidiendo el archivo del caso, lo que me dio pié para buscar y verla, y francamente, no me arrepiento.
A Juan Holgado, empleado de una gasolinera, sobre las 4 de la mañana, le asestaron treinta puñaladas acabando con su vida para atracarla. Una serie de circunstancias, además de la incompetencia de la policía en la obtención de las pruebas por falta de medios y por negligencia de los funcionarios actuantes, desde el Juez de Instrucción, pasando por el Comisario y los Inspectores encargados del caso, llevaron al padre a introducirse en el submundo de sus presuntos asesinos obteniendo varias cintas que acreditaban la participación en los hechos de los mismos, aunque de manera indiciaria, lo que unido al habitual silencio imperante dio con una sentencia absolutoria por falta de pruebas, en los dos juicios celebrados por este motivo.
Historia viva de nuestro país, reflejando a la perfección ese submundo de miseria y dolor que acompaña al tráfico y consumo de sustancias estupefacientes entre las clases más bajas de la sociedad, focalizada en Jerez pero que fotografía perfectamente la de cualquier otra ciudad de España.
Gran actuación de Juan Diego, un actorazo del cine español, y de Vicente Romero, que interpreta al presunto asesino metiéndose magistralmente en la piel del personaje.
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Miniserie de producción española sobre uno de los crímenes más conocidos realizados en suelo patrio y que aún están pendientes de resolución judicial.
Hace unos meses se iba a producir la prescripción del delito, y nuevamente Antonio Holgado, el padre coraje, consiguió que no se produjera al admitir el Tribunal Supremo una nueva prueba impidiendo el archivo del caso, lo que me dio pié para buscar y verla, y francamente, no me arrepiento.
A Juan Holgado, empleado de una gasolinera, sobre las 4 de la mañana, le asestaron treinta puñaladas acabando con su vida para atracarla. Una serie de circunstancias, además de la incompetencia de la policía en la obtención de las pruebas por falta de medios y por negligencia de los funcionarios actuantes, desde el Juez de Instrucción, pasando por el Comisario y los Inspectores encargados del caso, llevaron al padre a introducirse en el submundo de sus presuntos asesinos obteniendo varias cintas que acreditaban la participación en los hechos de los mismos, aunque de manera indiciaria, lo que unido al habitual silencio imperante dio con una sentencia absolutoria por falta de pruebas, en los dos juicios celebrados por este motivo.
Historia viva de nuestro país, reflejando a la perfección ese submundo de miseria y dolor que acompaña al tráfico y consumo de sustancias estupefacientes entre las clases más bajas de la sociedad, focalizada en Jerez pero que fotografía perfectamente la de cualquier otra ciudad de España.
Gran actuación de Juan Diego, un actorazo del cine español, y de Vicente Romero, que interpreta al presunto asesino metiéndose magistralmente en la piel del personaje.
Un 8, y la recomiendo encarecidamente.