Comedia romántica ambientada en la vieja Irlanda tirando de topicazos y de viejas leyendas. La verdad es que ésto de que las mujeres les pidan matrimonio a los hombres sólo el día 29 de febrero, esto es, cada cuatro años que son los años bisiestos me la habían contado no sé donde, y aquí aparece, así que preguntemos a algún/a irlandés/a para que nos lo refrenden.
Preciosos los paisajes y el ambiente irlandés, con esa humedad que se respira en el ambiente y reverdece sus campos y pastos, esas tabernas/pub con sabor a Guinness, y si puede ser en jarras de barro mejor, esas carreteras estrechas flanqueadas por terrenos vallados a poco más de un metro de altura, ese aire romántico y fresco que le da sabor a Irlanda con toda su espectacular belleza.
Y como no, estamos ante una comedia romántica, y la chica, Amy Adams, se enamora de un tipo rústico y genuino dejando en la cuneta a todo un cardiólogo. Y es que no hay nada como servir cervezas en un buen pub irlandés para quitar el glamour de Nueva York o Londres. Por cierto, y es de lo que se trata, muy divertida y con una química apreciable entre Amy Adams y Matthew Goode, que realizan un trabajo sencillo pero desenvuelto que ayuda a seguir con interés la película y con una sonrisa en los labios.
Interesante, 6.