Stranger Things El verano de 2016 supuso un 'revival' de la estética (y las películas) de los 80 gracias a esta serie. Terror sobrenatural, 'Cuenta conmigo' y el cine de Spielberg eran sus ingredientes principales. Parece que se repetirán en esta segunda temporada que se estrena hoy. Si no está a la altura, puede ser uno de los batacazos del año.

American Horror Story Llegó hasta la sexta temporada sembrando algunas dudas, pero, definitivamente, la serie creada por Ryan Murphy y Brad Falchuk en 2011 ha descarrilado. Atrás quedaron los gloriosos tiempos de 'Asylum' (segunda temporada), ahora con My Roanoke Nightmare (2016), AHS se ha convertido en un baño de sangre sin mucho sentido.

Cómo conocí a vuestra madre En primer lugar, porque Ted acaba por resultar pesado y aburrir. En segundo, el guion estaba absolutamente agotado. Y, además, la madre del título pasa prácticamente desapercibida. Muy recomentable, eso hay que reconocerlo, durante las dos primeras temporadas. La 'cucaratón' merece tener su propio 'spin-off'.

The Walking Dead Sigue siendo una de las series favoritas del público adulto en EEUU, pero su audiencia ha comenzado a caer en picado temporada tras temporada. Son ya ocho las que Rick y los suyos llevan esquivando zombis y 'The Walking Dead' roza en muchos momentos el aburrimiento. Atrás queda esa magnífica primera temporada, con Frank Darabont al frente, y solo quedarán para el recuerdo algunos capítulos de la sexta entrega.

Perdidos Los supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines Sidney estuvieron rondando por la televisión durante seis temporadas. Hay que reconocer que J.J. Abrams (que suele convertir en oro todo lo que toca) supo mantener la tensión... casi hasta el último capítulo. Pero el desenlace, muy forzado, de la serie no consiguió la unanimidad en el veredicto de la audiencia. A la altura de el de 'Los Serrano'.

Bates Motel Hasta Rihanna se apuntó a hacer una aparición en la serie -en la quinta temporada, la que cerró este año la serie, interpretaba a Marion Crane de 'Psicosis'- por la popularidad que alcanzó en EEUU. Empezó muy bien, indagando en la personalidad psicópata de Norman Bates (Freddie Highmore), pero termino siendo una sucesión de giros y sorpresas cada vez más rebuscados.

New Girl Cuando una 'sit-com' deja de hacer gracia, se encienden las señales de alarma y comienzan a sonar de manera muy fuerte las alarmas. Además, la audiencia busca pronto otra serie (cortita) para engancharse. Eso es, básicamente, lo que le paso a 'New Girl'. La falta de gancho de Zooey Deschanel hizo el resto.

Agentes de S.H.I.E.L.D. Nació como una prolongación televisiva del universo Marvel que también funciona en el cine, pero ha ido perdiendo gracia e interés. De hecho, la quinta temporada estuvo durante mucho tiempo en el aire, porque ni a la propia ABC le convencía la deriva de la historia. Al final habrá nuevos capítulos, pero los fans ya no serán los mismos.

Prison Break Hay que reconocer que al principio, cuando Michael Scofield trama ese ingenioso (y tatuado) plan para liberar de la cárcel a su hermano, la cosa pintaba muy bien. Y lo hizo durante dos temporadas que mantuvieron la intensidad y las altas dosis de testosterona televisiva. La cosa ha derivado en algo muy difícil de catalogar y entender, en el que sigue habiéndo algunas celdas y cárceles. Si la hubiesen parado antes, se hubieran ahorrado el dinero de la quinta temporada.

True Blood Serie producida por la HBO y creada por Alan Ball, responsable de 'A dos mejor bajo tierra' que fue de las que comenzaron esta segunda edad de oro de la televisión. 'True Blood' durante sus primera entregas supuso una puesta al día del gótico americano, salpicada continuamente por violencia, sexo y oscuridad. Pero también con buenos personajes e historias, que se fueron perdiendo entre las sombras y los vampiros dejaron de afilar sus colmillos.

Sense8 Con las Hermanas Wachowski ('Matrix') no hay término medio: o se ama lo que hacen, o producen fuertes dolores de cabeza. Con 'Sense8' rebajaron el nivel y controlaron su habitual tendencia a perder los papeles. Ni con esas han conseguido llegar a la tercera temporada. Netflix dijo que tenía fans muy fieles, pero no los suficientes. La serie se cerrará con un capítulo especial del que no se espera gran cosa.

The Americans Tiene previsto el estreno de su sexta y última temporada para el próximo 2018. Comenzó muy (pero muy bien) con ese matrimonio de espías de la KGB que sabían cómo pasar desapercibidos en las mismas entrañas del poder de EEUU. La ambientación de la Guerra Fría se mantuvo, pero el guion comenzó a dar tropiezos y aceptar cualquier tipo de trama enloquecida. Su resolución podía haberse adelantado.