Las productoras norteamericanas se lanzan a exprimir cualquier éxito de taquilla presentando secuelas que dejan mucho que desear, desgraciadamente, y más si son productos del género de terror, que cuenta con una legión de fieles seguidores que asisten a las salas viendo secuelas de las secuelas aunque nada tengan que ver con el original.
Este es el caso de este "slasher", que con la estupidez de un concurso radiofónico que le concede a Jennifer Love Hewitt el viaje a un paraíso caribeño que se convierte en una reanudación de la pesadilla que vivieron en un resort de lujo.
Poco que resaltar, a no ser la estupidez de los jóvenes norteamericanos que se dedican a gritar y huir acumulando cadáveres.
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Las productoras norteamericanas se lanzan a exprimir cualquier éxito de taquilla presentando secuelas que dejan mucho que desear, desgraciadamente, y más si son productos del género de terror, que cuenta con una legión de fieles seguidores que asisten a las salas viendo secuelas de las secuelas aunque nada tengan que ver con el original.
Este es el caso de este "slasher", que con la estupidez de un concurso radiofónico que le concede a Jennifer Love Hewitt el viaje a un paraíso caribeño que se convierte en una reanudación de la pesadilla que vivieron en un resort de lujo.
Poco que resaltar, a no ser la estupidez de los jóvenes norteamericanos que se dedican a gritar y huir acumulando cadáveres.
Suspenso, 4.